El conocimiento de la educación crece. Es una organización que una vez configurada con respecto a su objeto de conocimiento ‑la educación‑ produce un determinado tipo de respuestas (conocimientos acerca de la educación). Puede perfeccionarse el modo de obtener respuestas sin variar el supuesto de conocimiento del que se parte; este es el modo típico de crecimiento dentro de cada corriente y permite desarrollar subetapas de crecimiento. Pero, además, puede perfeccionarse el modo de obtener respuestas variando el supuesto del conocimiento del que se parte, porque el objeto a conocer se considera con otro nivel de complejidad; este es el modo típico de crecimiento intercorrientes y permite, por tanto, distinguirlas. El modelo de crecimiento, a través de sus diversas manifestaciones, ha consolidado dos formas de crecimiento: el crecimiento simple o crecimiento por productividad del supuesto y el crecimiento por innovación o cambio de supuesto. Bajo el modelo de crecimiento se perfilan tres corrientes de pensamiento respecto de la educación como objeto de conocimiento (marginal, subalternada y autónoma) que enmarcan las diversas definiciones de Teoría de la Educación.
El crecimiento del conocimiento de la educación ha generado corrientes, atendiendo a los supuestos de partida que lo sustentan. Las corrientes del conocimiento de la educación funcionan a modo de paradigmas que configuran mentalidades pedagógicas distintas capaces de justificar contenidos singulares para la función pedagógica, la intervención pedagógica y el discurso pedagógico (Touriñán, 1987, Teoría de la Educación).